No hace falta saber mucho de cosmética para ser consciente de que el aloe vera es una de las plantas con más beneficios en su aplicación cutánea. Pero lo que no tanta gente sabe es que no todos los productos con aloe vera son igual de recomendables ni beneficiosos, ni que tiene muchas más aplicaciones además de las evidentes -hidratar y calmar la piel-, ya que sus aplicaciones en cosmética pueden ir mucho más allá.
Y en estas palabras está precisamente la clave: aloe vera puro 100%. Porque no, no todos los cosméticos con aloe vera son iguales, de hecho, ni siquiera tienen por qué llevar un gran porcentaje de este ingrediente, sino que hay algunas versiones que lo incluyen en concentraciones muy pequeñas o se elaboran a partir de aloe vera en polvo, que no tiene en absoluto las mismas propiedades que su alternativa pura.
En principio, tenemos la idea de que el aloe vera solo se utiliza en casos puntuales, por ejemplo, si tenemos una zona de la piel muy deshidratada o si queremos calmar alguna irritación, rojez o incluso quemadura. Sin embargo, a nivel diario de cuidado de la dermis, este ingrediente es un activo muy potente, con el valor añadido de que apostamos por una cosmética totalmente natural. En realidad, tiene propiedades hidratantes, regenerantes, nutritivas, cicatrizantes, bactericidas y calmantes, apta para emplear sobre todo tipo de rostros, desde los que padecen acné hasta los que son secos, con cicatrices, etc., todos ellos, beneficios avalados por distintos estudios científicos, y que dan como resultado una piel luminosa y cuidada.
Fuente\ vogue.es Portal de moda